Lavado de dinero vía teléfonos desechables y apps chinas
Teléfonos desechables y apps bancarias: cómo brokers chinos lavan
dinero de cárteles mexicanos.
Por Drazen Jorgic, publicado por
Reuters.
GUADALAJARA, México, 3 dic (Reuters) - A principios del próximo año, el
empresario chino Gan Xianbing será sentenciado en un tribunal de Chicago por
lavar un poco más de 530,000 dólares de un cártel mexicano de la
droga.
Gan, de 50 años, fue condenado en febrero por lavado de activos y por
operar un negocio de transferencia de dinero sin licencia que tomaba
efectivo de los cárteles producto de las ventas de drogas en Estados
Unidos.
Gan ha mantenido su inocencia: sus abogados dicen que las autoridades
estadounidenses le tendieron una trampa y, finalmente, hubo pocos
titulares sobre su juicio.
Aún así, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Estados
Unidos dijeron a Reuters que los “brokers de dinero” chinos, como Gan,
representan una de las nuevas amenazas más preocupantes en su guerra
contra las drogas.
Los empleados públicos sostienen que pequeñas células de delincuentes
chinos han alterado la forma en que se lava el dinero en efectivo
proveniente del narcotráfico, y que están desplazando a mexicanos y
colombianos que han dominado el negocio por mucho tiempo.
Prácticamente inaudito hace una década, estos actores chinos están
moviendo grandes sumas de manera rápida y silenciosa, dijeron las
autoridades. Su modus operandi: enrutar las ganancias de las drogas de los
cárteles desde Estados Unidos a China y luego a México desde un teléfono
desechable y aplicaciones bancarias chinas.
Los “lavadores” pagan a pequeñas empresas de propiedad china en Estados
Unidos y México para que los ayuden a mover los fondos. La mayor parte del
contacto con el sistema bancario ocurre en China, un verdadero agujero
negro para las autoridades estadounidenses y mexicanas.
Los brokers chinos con sede en México “han llegado a dominar los mercados
internacionales de lavado de dinero”, dijeron los fiscales estadounidenses
en un memorando de sentencia del 24 de septiembre para el caso de Gan.
Reuters habló con más de una docena de funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley, diplomáticos, abogados y fuentes familiarizadas con el
caso de Gan o las técnicas chinas de lavado de dinero.
La organización de noticias también examinó más de 1,500 páginas de
documentos del juicio. El material incluía detalles no informados
previamente sobre cómo operaba la red, recopilados por fiscales y agentes
del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que dirigió la
investigación.
Lo que surgió fue un esquema que muestra cómo algunos grupos de lavadores
de dinero chinos se han convertido en engranajes clave en los imperios
multimillonarios de la droga dirigidos por cárteles latinoamericanos. El
papel de China presenta un gran desafío para los esfuerzos antinarcóticos
de Estados Unidos en un momento de crecientes tensiones entre Pekín y
Washington.
Gan, quien según fiscales estadounidenses operaba un cerrado círculo con
otro bróker chino, fue aprehendido en noviembre del 2018 por agentes de
investigación de Seguridad Nacional en el aeropuerto internacional de Los
Ángeles en su camino hacia México desde Hong Kong.
El gobierno de Estados Unidos dijo que Gan había movido entre 25 y 65
millones de dólares en ganancias de drogas ilícitas desde 2016 hasta el
momento de su arresto, de acuerdo con un documento de septiembre emitido
en la corte por los abogados de Gan.
Basada en Guadalajara, se cree que la red ha trabajado con múltiples
organizaciones, incluyendo el famoso Cártel de Sinaloa que anteriormente
fue dirigido por el capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, según dos
fuentes estadounidenses familiarizadas con la investigación.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la Oficina Europea de
Policía (Europol) advirtieron sobre la creciente red de grupos criminales
chinos que lavan dinero de la droga.
Europol dijo en noviembre de 2019 que estos grupos representan una
“amenaza creciente para Europa”, mientras que el Tesoro estadounidense
colocó en febrero a las redes profesionales chinas de lavado de dinero en
su lista de “amenazas clave” y vulnerabilidades dentro del sistema
financiero estadounidense.
Las fuerzas del orden de Estados Unidos han intensificado las operaciones
contra estos grupos. Además del caso Gan en Illinois, los fiscales
federales han presentado cargos en Virginia y Oregón contra presuntos
miembros de al menos otras dos redes chinas de lavado de dinero desde
octubre del año pasado. Estos procesos judiciales están pendientes.
Aún así, un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) de
Estados Unidos aseguró que los esfuerzos de ese país para atrapar a los
narcos latinoamericanos siguiéndole la pista al dinero se han vuelto mucho
más difíciles.
“No puedo enfatizar esto lo suficiente: la participación de los chinos
realmente ha complicado todos estos esquemas”, dijo.
Gan, quien se negó a testificar en la corte, se declaró inocente de tres
cargos de lavado de dinero, un cargo de conspiración -del cual fue
absuelto- para lavar dinero y un cargo de operar un negocio de
transferencia de dinero sin licencia. Reuters no recibió respuesta a
solicitudes de comentarios de Gan enviadas a su equipo legal.
Sus abogados, en una audiencia septiembre, aseguraron que Gan no era el
autor intelectual de la operación, sino un exportador de productos marinos
engañado para que dejara que su cuenta bancaria en China fuera utilizada
para lavar dinero por Pan Haiping, un compatriota suyo en México.
Glenn Seiden, el abogado de Gan, se negó a hablar con Reuters o responder
preguntas sobre el caso de Gan.
El abogado Aaron Schwartz, quien formó parte del equipo de defensa, dijo
que quería dejar en claro que Gan no cooperó con el gobierno de Estados
Unidos porque su cliente temía por la seguridad de su familia en
Guadalajara, donde domina el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación
(CJNG).
Pan fue detenido este año en México por acusaciones de lavado de dinero y
está a la espera de ser extraditado a Estados Unidos, según las dos
fuentes en Estados Unidos familiarizadas con la investigación y una fuente
de alto rango de la policía federal mexicana.
Reuters no pudo contactar a Pan para ahondar en detalles. La fiscalía
mexicana se negó a comentar sobre el caso de Pan y a proporcionar el
nombre de su asesor legal en México, diciendo que no puede pormenorizar
sobre casos en curso.
En una acusación formal estadounidense de marzo de 2019 revelada hace
unas semanas, Pan Haiping fue acusado de lavar casi 500,000 dólares para
cárteles mexicanos, dirigir un negocio de transferencias ilegales en
Illinois y de conspirar para lavar dinero usando cuentas bancarias en
China, incluida una cuenta que pertenece a Gan.
Otro presunto conspirador, Long Huanxin, fue arrestado en febrero en el
Aeropuerto Internacional de Vancouver por la policía canadiense que
actuaba con una orden de las autoridades estadounidenses, según
transcripciones de una corte canadiense.
Long fue extraditado a Estados Unidos y el mes pasado se declaró
inocente en Chicago de los cargos de lavado de dinero para cárteles
mexicanos, según muestran documentos judiciales de Estados Unidos. El
abogado de Long no respondió a una solicitud de comentarios.
TENSIONES EEUU-CHINA
Los funcionarios estadounidenses buscaron informalmente la ayuda de
China en el caso de Gan, pero no recibieron apoyo en su investigación,
según las dos fuentes en Estados Unidos familiarizadas con la
pesquisa.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo a
Reuters a fines de octubre que no recibió una solicitud de ayuda de
las autoridades estadounidenses en ese caso.
China está dispuesta a cooperar con Estados Unidos para “destruir a
los cárteles de la droga y las redes de lavado de dinero
relacionadas con las drogas”, señaló la cancillería en un
comunicado, donde enfatizó la necesidad de que los dos países
trabajen sobre el “principio de respetar las leyes de los demás, la
igualdad y el beneficio mutuo”.
La cancillería sostuvo que la mayoría de los titulares de cuentas
bancarias chinas sobre quienes Washington ha preguntado como parte
de sus investigaciones de lavado de dinero en los últimos años, eran
“empresas e individuos legítimos” en China.
“Después de que le pedimos a la parte estadounidense que
proporcionara pistas relacionadas con las drogas o evidencia de
empresas e individuos, no respondieron”, aseguró el Ministerio de
Relaciones Exteriores de China en el comunicado.
Sin la ayuda de Pekín para rastrear los flujos de dinero en China y
sin infiltrarse en las redes de lavado, los agentes estadounidenses
dicen que enfrentan una lucha cuesta arriba para atrapar a los
culpables.
“Es la forma más sofisticada de lavado de dinero que jamás haya
existido”, confesó una de las fuentes en Estados Unidos
familiarizadas con la investigación.
TELÉFONOS DESECHABLES Y BILLETES DE DÓLAR
La clave para resolver el caso fue Lim Seok Pheng, una miembro de
la red con sede en Nueva York que se convirtió en testigo
colaborador del gobierno de Estados Unidos después de su arresto
en mayo de 2018 por sospecha de lavado de dinero.
Ciudadana de Singapur, Lim dijo en el juicio de Gan que vendía
calzado y que conoció a Gan en China, donde dirigió una fábrica de
zapatos antes de que se trasladara a Guadalajara en 2011.
Testificó que Gan la reclutó para la operación ilícita en 2016 y
que fue amante del otro presunto líder, Pan Haiping.
Tras su arresto en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York,
Lim accedió a llevar un dispositivo de grabación para ayudar a las
autoridades a reunir pruebas contra Gan y los otros presuntos
conspiradores.
También incorporó a la operación a agentes encubiertos de
investigación del Departamento de Seguridad Nacional como
mensajeros de dinero en tres pagos por ventanilla en Chicago que
llevaron a la condena de Gan, según el testimonio del juicio de
Lim y los agentes.
Lim se declaró culpable de los cargos de blanqueo de dinero en
noviembre de 2019 y está en libertad bajo fianza, a la espera de
la sentencia. Ella y su abogado se negaron a hacer comentarios.
La única cosa más difícil que mover drogas ilegales por las
fronteras es conseguir que las ganancias regresen a los cárteles
de México, dijeron funcionarios de Estados Unidos. El efectivo es
pesado y su transporte riesgoso. Ponerlo en el sistema bancario es
peligroso y los sistemas financieros estadounidense y mexicano se
han adaptado a detectar dinero sucio.
Fiscales dijeron al tribunal que Gan y sus cómplices sortearon
esos obstáculos moviendo el dinero de Estados Unidos a China y
luego a México. Lim era un eje que conectaba ambos lados del
Pacífico. En su acuerdo de culpabilidad de noviembre de 2019, Lim
admitió haber blanqueado con Gan y Pan Haiping unos 48 millones de
dólares en efectivo entre 2016 y septiembre de 2017 y haber
recibido, por ello, una comisión del 0.5%.
Lim testificó en el juicio de Gan que tenía dos trabajos: el
primero era recolectar dinero de la droga en ciudades de Estados
Unidos como Chicago y Nueva York, entre 150,000 dólares y un
millón de dólares a la vez. Esperaba en un lugar público, armada
con un teléfono desechable, un nombre en clave y el número de
serie de un auténtico billete de un dólar.
Los cárteles mexicanos pasaban sus datos a sus traficantes, que
llamaban al teléfono desechable de Lim y usaban el nombre en clave
para identificarse. En el punto de encuentro, Lim les daba el
billete de un dólar con el número de serie correspondiente como
“recibo” para verificar que la entrega había tenido lugar, dijo
Lim en el juicio.
El otro trabajo de Lim era reclutar negocios en la diáspora china
para ayudarles a hacer desaparecer ese dinero, aseguraron Lim y
los fiscales.
Los comerciantes chinos en Estados Unidos han participado durante
mucho tiempo en “intercambios” de moneda fuera de los registros
para evitar fuertes comisiones bancarias.
Estas transacciones son ilegales en Estados Unidos, según
autoridades del país del norte, si son utilizadas por empresas de
manera rutinaria para eludir el sistema bancario formal o para
operar un negocio de transferencia de dinero no autorizado.
En algunos casos, estas transacciones se usan para ayudar a
ciudadanos chinos ricos a sacar dinero clandestinamente de su
país, violando los controles monetarios de esa nación.
La operación Gan y Pan Haiping creció hasta incluir a al menos
tres comerciantes chinos en Nueva York, a los que se les pagaba
comisiones por participar, dijo Lim a la corte. Sus nombres no
fueron revelados en el juicio de Gan y no está claro si conocían
los vínculos de Lim con el tráfico de drogas.
Los fiscales presentaron testimonios, pruebas y gráficos en el
juicio que mostraban cómo funcionaban las transacciones. En su
forma más simple, el proceso se ejecutaba de la siguiente manera:
Lim llegaba con uno de los comerciantes con dinero del cártel en
efectivo.
Con el empresario observando, abría una aplicación de conversión
de moneda en su teléfono para obtener el tipo de cambio entre el
dólar estadounidense y el yuan chino.
También entregaba los datos de una cuenta bancaria en China que
le había dado Gan. En lo que se conoce como “transacción
espejo”, el empresario chino tomaría posesión de los dólares
estadounidenses y, al mismo tiempo, transferiría el equivalente
en yuanes chinos de su propia cuenta en China al número de
cuenta bancaria facilitado por Gan.
El resultado era una transferencia de fondos al extranjero sin
la participación de una institución financiera estadounidense,
ni las huellas digitales que la acompañaban.
La empresa china había utilizado yuanes de su cuenta bancaria en
China para comprar dólares en efectivo que estaban disponibles
en Estados Unidos, mientras ganaba una comisión por los
inconvenientes al tiempo que evitaba las comisiones bancarias y
el escrutinio del gobierno de Estados Unidos.
En tanto, Gan había convertido los dólares de la droga en
Estados Unidos en moneda china que ahora se encontraba en un
banco chino. El único contacto con el sistema financiero -la
transferencia interna entre dos cuentas en China- representaba
pocas probabilidades de levantar una alarma ante las autoridades
bancarias locales sin conocimiento de la procedencia del dinero.
La banda criminal utilizó varios bancos chinos para las
operaciones, incluyendo el Banco de China, según mensajes de
WhatsApp entre Gan y Pan Haiping que fueron extraídos del iPhone
de Gan por agentes de Seguridad Nacional tras su detención.
El Banco de China no respondió a solicitudes de comentarios.
Para llevar el dinero de China a México, Gan realizó el mismo
tipo de transacciones espejo, sólo que esta vez con la ayuda de
empresas chinas que tenían acceso a pesos en México.
Esta etapa de la operación fue descrita por las dos fuentes en
Estados Unidos familiarizadas con la investigación y está
esbozada en documentos judiciales, incluyendo el memorando de
sentencia del gobierno estadounidense de septiembre de 2020 para
Gan y el de junio de 2019 que sustituye a la acusación en la que
se detallan los cargos contra él.
Los fiscales de Estados Unidos dijeron que el dinero lavado fue
entregado a los clientes del cártel de drogas mexicano de Pan
Haiping, de acuerdo con la acusación sustitutiva. No se
nombraron bancos mexicanos en ninguno de los documentos
judiciales revisados por Reuters.
OPORTUNIDAD EN MÉXICO
En octubre, Reuters viajó a Guadalajara y encontró a la esposa
de Gan, Pan Emi, trabajando en una concurrida tienda que posee
en el barrio chino de la ciudad vendiendo pelucas, joyas de
plástico, gafas de sol y otras mercancías de bajo precio
importadas desde China.
Pan Emi -quien no es familiar de Pan Haiping- sostuvo que su
marido era inocente y había sido injustamente presentado
como un delincuente cuando no era más que un valiente hombre
de negocios. Dijo que ningún agente mexicano o
estadounidense se había puesto en contacto con ella en
relación al caso.
La mujer aseguró que Gan, harto de los altos impuestos
chinos, había dejado su fábrica de zapatos en la ciudad
china Wenzhou hace casi una década buscando una vida mejor
en México.
En Guadalajara, relató, Gan cofundó un negocio de
exportación de medusas, que se consideran un manjar y un
afrodisíaco en China. Pan Emi aseguró que su “súper
amiguero” marido construyó una gran red de contactos en
México y siempre estaba al teléfono.
Pan Emi confirmó algunos detalles del caso: dijo que su
esposo conocía a Pan Haiping y a Lim y que había participado
en intercambios de moneda con otros comerciantes chinos. Sin
embargo, negó que Gan estuviera involucrado con traficantes
o que supiera algo sobre dinero de la droga.
Ella sostuvo que los intercambios de moneda eran comunes en
la comunidad de negocios china expatriada para evitar las
costosas comisiones y las pésimas tasas de cambio ofrecidas
por los bancos.
“Esos cambios que nosotros hacemos con quienes conocemos es
fácil. No tiene tanto problema”, relató Pan Emi. “Creo que
no es ilegal”.
Brokers de dinero como Gan y Pan Haiping están creciendo en
número entre las grandes diásporas chinas en Estados Unidos,
Europa y América Latina, según tres funcionarios de la DEA.
La demanda de sus servicios está siendo impulsada por los
chinos ricos que buscan evadir los controles monetarios en
su país y trasladar la riqueza al extranjero, dijeron
funcionarios de la DEA a Reuters. Pekín limita la cantidad
de dinero que sus ciudadanos pueden transferir fuera de
China al equivalente de 50,000 dólares estadounidenses al
año.
Los cárteles latinoamericanos, con dólares y euros de la
venta de drogas, están en una posición única para satisfacer
el apetito chino por las divisas.
Algunos expatriados chinos ubicados en países productores de
drogas como México, Colombia y Perú son los intermediarios
que tienden puentes entre estos grupos dispares de personas,
aseguró Donald Im, un agente de la DEA.
“Cuando los cárteles necesitan lavar dinero en efectivo y
hay demanda de dinero en efectivo por parte de los chinos,
tienes un matrimonio perfecto”, dijo Im a Reuters. “Los
brokers chinos son muy importantes para los cárteles
mexicanos y colombianos”.
En el caso de Gan, era un negocio lucrativo, según
conversaciones entre sus supuestos socios grabadas por los
agentes del Departamento de Seguridad Nacional. “Ya ha
ganado un millón de dólares gracias a nosotros”, dijo Pan
Haiping a Lim en agosto de 2017, según transcripciones de
las comunicaciones telefónicas interceptadas presentadas en
el juicio de Gan.
Los lavadores de dinero chinos están exprimiendo a sus
rivales mexicanos y colombianos, rebajando el precio hasta
la mitad, dijeron autoridades estadounidenses.
Los brokers chinos han podido hacerlo porque cobran tarifas
en ambos lados de cada transacción. Imponen comisiones tan
altas como el 10% a ciudadanos chinos ansiosos de sacar
dinero del gigante asiático. Ello le permite a brokers
chinos, a su vez, cobrar a los traficantes honorarios de
unos pocos puntos porcentuales.
Los blanqueadores de dinero siguen obteniendo grandes
beneficios mientras mantienen un suministro constante de los
codiciados dólares y euros de los clientes del cártel.
El agente de la DEA Im dijo que los expatriados chinos
tenían “los sistemas y la infraestructura” para lavar no
sólo las ganancias de la droga, sino para hacerlo tan barato
que los cárteles de la droga reciben de vuelta “casi el
100%” de su dinero ilegal.
Los brokers chinos también se las han arreglado para evitar
elegir bandos en las guerras de cárteles de México, incluso
coordinando contratos de dinero con los carteles CJNG y de
Sinaloa en el mismo día, según un segundo agente de alto
rango de la DEA, que habló bajo condición de anonimato.
Los traficantes usan otros esquemas de lavado de dinero
basados en el comercio para mover el dinero de la droga de
China a México, según la DEA y funcionarios del gobierno
mexicano que hablaron con Reuters.
En julio, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de
México, dijo públicamente que los ciudadanos chinos que
lavaban dinero para el CJNG utilizaban las ganancias de la
droga para comprar zapatos a granel en China y luego los
revendían en México para obtener el dinero en efectivo.
Las exportaciones chinas a México, incluidas las de
productos electrónicos, prendas de vestir y otros bienes de
consumo, casi se han duplicado en el último decenio hasta
alcanzar los 83,000 millones de dólares en 2019.
El aumento ha permitido a los cárteles de la droga y a sus
blanqueadores de dinero aprovecharse de esta floreciente
relación comercial, aseguraron autoridades.
En Guadalajara, Pan Emi sostuvo que los intercambios de
correo electrónico con los abogados estadounidenses de su
esposo la dejaron optimista ante la inminente sentencia de
Gan. Los fiscales piden una condena de 20 años de cárcel y
los abogados defensores de Gan pretenden no más de dos años.
Pan Emi confesó que sus negocios iban bien en México y que
no tenía ningún deseo de volver a China.
“Espero que mi esposo regrese”, dijo. / Por Drazen
Jorgic, publicado por Reuters.-
Reporte adicional de Diego Oré, Lizbeth Díaz, Abraham
González y Frank Jack Daniel en Ciudad de México; Julia Love
en Nueva York; Steve Scherer en Ottawa; Matt Spetalnick en
Washington y Corresponsalía de Pekín; Editado en español por
Adriana Barrera, Diego Oré y Gabriela Donoso.-
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