Incremento de estafas bancarias en México, Colombia y Argentina

El cibercrimen recurre permanentemente a los avances tecnológicos para sus acciones, en los últimos meses hay una modalidad ampliamente reportada en América Latina que utiliza llamadas telefónicas automatizadas desde call centers ilegales.

El sitio especializado "Noticias de Seguridad Informática" ha reportado que "casi 350 mil personas en México, 70 mil en Colombia y 200 mil en Argentina se quejaron sobre llamadas de estafas en 2019 y 2020".

"En Estados Unidos las agencias gubernamentales recaudaron más de $160 millones en multas civiles y alivio monetario equitativo durante 2020, como se detalla en un comunicado de prensa del Departamento de Justicia. La Comisión Federal de Comercio (FTC) recibió casi 2 millones de quejas con respecto a llamadas automáticas ilegales hasta ahora en 2020".

En los países latinoamericanos el fraude telefónico con la ayuda de robots (bots) está marcando una tendencia, Los bots llaman a números aleatorios para llevar un mensaje similar a: ”Su tarjeta en este banco está bloqueada, llámenos a este número”.


Cuando las víctimas devuelven la llamada, pensando que responden los agentes de seguridad del banco, caen en el engaño, los delincuentes han usurpado la identidad del banco y mediante una técnica llamada "Vishing", por la combinación de las palabras “Voz” y “Phishing”, le sacan datos personales a los clientes para poder hurtar su identidad y sus cuentas bancarias.

También está la variante "Smishing" que consiste en usar mensajes SMS para adquirir datos de las personas. La víctima recibe un mensaje desde un número del banco con un mensaje para que apruebe o cancele una operación bancaria. La instrucción para cancelar la operación implica contestar al mismo número o a otro número del banco con la palabra "cancelar".

Cuando el sistema de los delincuentes detecta el envío de la víctima, la llama haciéndose pasar por el sistema de ayuda del banco y la instruye para "cancelar" la operación y le solicita todos sus datos personales incluidas la claves de acceso de operación para el home banking y cajeros electrónicos, para usurpar su identidad y robar su cuenta bancaria.

En Argentina se vio un notable aumento de las estafas telefónicas vía WhatsApp apuntado a los que cobran el Ingreso Familiar de Emergencia IFE con un mensaje en el que afirman pertenecer a la ANSES y que se contactan para ayudar a cobrar el beneficio.

Una vez establecido el contacto, los delincuentes se comunican telefónicamente, haciéndose pasar por el ANSES, y solicitan a la víctima acercarse a un cajero con la tarjeta. Una vez en el cajero, en caso de seguir los pasos indicados y, creyendo que se está ingresando el código para cobrar la IFE, la víctima modifica su clave de home banking por una que le indicaron los estafadores, con la que usurpan su identidad y roban su cuenta bancaria.

Este 2020 se convirtió en el año de los ciberataques, "prosperaron" desde robo de identidades, phishing, secuestros de datos y todo tipo de delitos informáticos.

Hay más denuncias y los engaños a través de llamadas se ha hecho más comunes durante éste tiempo de pandemia, y sobre todo, las "operaciones" se apuntan hacia los abuelos, personas adultas que viven solas y beneficiarios de ayudas del Estado. Gente en general con poco "entrenamiento" en las tecnologías de comunicación.

Según los expertos, en todos los países latinoamericanos hay muchas organizaciones dedicadas a las estafas. Argentina no es ajeno a esto y hay un muy importante negocio de datos personales. Señalan que los call center no pertenecen, casi nunca, a los bancos, y mayoría de los bancos tercerizan.

Se ha advertido que hay empresas que tienen "muchos chicos" y equipos a disposición, y por ejemplo, toman la venta de seguros de un banco, entonces el banco les pasa la información y ellos "peinan" la cartera comercial, por ende, sobre esos datos ya no se puede tener control. Y ésta gente va a teniendo su propia base de datos.

Es muy posible que existan este tipo de empresas totalmente tomadas por gente del "hampa". Se evidencia que no hay un control estricto del tema por las autoridades.

En fin, el nivel de riesgo es alto, y entre las recomendaciones para no caer en una estafa telefónica, la más importante es no dar datos por teléfono, ni a través de correo electrónico. Recuerde que las gestiones telefónicas en los bancos existen, pero no piden los datos, ni el número de cuenta bancaria, ni ningún dato sensible.

Ante un mensaje o una llamada actúe con desconfianza, si siente que algo no es familiar y tenga la sospecha que puede ser un engaño, la clave es no dar ningún dato y cortar la llamada.--



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