Difundir "Fake News" tiene consecuencias

Es un hecho comprobado que cuando más "cosas" disfrazadas de noticias le lleguen, más desinformado estará. Desde hace mucho tiempo hay una guerra de información, y no sólo en las redes sociales, que difunden noticias falsas para explotar divisiones y generar antagonismo por diversos y oscuros propósitos. Como se ha señalado, es la guerra de desinformación en la “era de la Información”.

Recordando un poco de historia, en su libro "El arte de la guerra", Sun Tzu señaló que el engaño es fundamental para ese "arte". Siglos más tarde Maquiavelo explicó cómo el uso de engaños en el arte de la guerra merece elogios. Éstas lecciones son estudiadas y aplicadas desde entonces y en el presente en los ámbitos militares, empresariales y políticos.
"Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño" Sun Tzu
Visto en Internet. Autor desconocido
Lo que se conoce como "Operaciones de Información" (“Info Ops” en inglés) es una disciplina en evolución dentro del mundo militar. Surgió de conceptos tempranos tales como “Guerra de Mando y Control” y de “Guerra de la Información”. Capacidades que han sido utilizadas en programas de administración de empresas y liderazgo dedicados a la gestión de conflictos, en la cultura corporativa, en la política, etc..

El mundo se ha envuelto en "competencias" en los negocios, la política y otros campos donde es necesario tener preparación, estrategias y tácticas para vencer al adversario (enemigo). La distracción y el engaño son fundamentales para el éxito de la ofensiva y la defensa.

La hiperconectividad, el mal uso de las redes sociales y los medios de información están siendo usados para manipular a las grandes mayorías. Las noticias falsas suelen estar pensadas para tener impacto, y que sea compartida, por lo que con frecuencia se vuelven virales.

Los estudiosos de éste tema señalan que detrás de las "fakenews" se esconden piezas de pseudo periodismo que son difundidas a través de portales de noticias y, sobre todo, redes sociales, que buscan básicamente desinformar.

La infoxicación, las fake news y el microtargeting son técnicas que están siendo usadas para desinformar, y están poniendo en peligro incluso los sistemas democráticos.

Ésta infoxicación (information overload), conocida como sobrecarga informativa, genera un estado en el que la cantidad de información que recibe la gente es tal que desborda e impide gestionarla correctamente. Facilitan la distracción y el engaño.

Cuando se pierde la capacidad de gestionar y de contrastar la información, se pierde la capacidad de saber si es verdad. Aquí es donde aparece otro elemento que está en la agenda política en muchos ámbitos, la manipulación de la información (pública y publicada).
"Quienes no conozcan la verdad no son libres, son como polvo en el viento. Quienes estén mal informados, tomarán malas decisiones, serán arreados por cualquiera que los engañe".
Es importante destacar que solo un muy bajo porcentaje de la población es capaz de detectar este tipo de contenidos como engaños, por lo que las fake news se han convertido en uno de los principales problemas asociados a las redes sociales.

Un alto porcentaje de la población se suma, por ignorancia o por mal intencionada en gran medida, en campañas para desprestigiar o enaltecer a alguien, transformándose en los "tontos útiles" (UF - useful fool) de las campañas sucias. Esto ha transformado espacios de socialización en "ámbitos" tóxicos.

De esa ignorancia y mala intención se aprovechan los técnicos detrás de las campañas políticas. De hecho, "los gobiernos alrededor del mundo recurren cada vez más a las redes sociales para manipular elecciones y monitorear a sus ciudadanos, en una tendencia preocupante para la democracia", según un informe publicado por la organización Freedom House.

Para la mentira aplica el mismo principio que para la violencia, una acción para producir un daño intencional. La mentira es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes o lectores le crean, de forma que se oculte la realidad en forma parcial o total. "No hay más peligroso que el mentiroso".

Como en toda guerra, en el fragor de la guerra de información; la cordura "descansa", mientras el odio, la locura y el exceso dominan. No hay bando bueno o malo, sólo ganadores y perdedores. El engaño y las operaciones negras ganan espacios y nada es lo que aparenta u oficialmente se informa. La historia "contada" depende de quien la esté contando.

Lo cierto es que las noticias falsas, como las mentiras, tienen consecuencias en el devenir de la sociedad, producen daños y esos daños de alguna manera los termina pagando la gente, incluidos los "tontos útiles" que ayudaron a difundirlas.

No todo tiene "intención" económica y/o ideológica El ansia de información y una crisis sanitaria como la actual son ingredientes ideales para que los engaños se distribuyan a sus anchas por las redes sociales.

Durante la presente pandemia se han compartido información falsa, audios e incluso vídeos, por ejemplo de gente que se ha hecho pasar por personal sanitario lanzando mensajes que sólo crean más pánico y medio. ¿Cuantos? siguiendo información errónea se han contagiado y/o complicaron su salud. ¿Cuantos de ellos ha perdido la vida?.

No pocos expertos señalan que la tarea de controlar la mentira compete a la sociedad y no al Estado. El control social, los sistemas de verificación de hechos implementados por organizaciones sociales y medios, y sobre todo el ejercicio de responsabilidad individual de las personas deben realizar la tarea de controlar la mentira. Pero la Justicia puede ayudar.

Los expertos legales aseguran que las fake news son una nueva amenaza para la ciberseguridad, ya que son usadas por cibercriminales para infectar dispositivos, así como uno de los principales riesgos reputacionales para cualquier persona, compañía, institución o entidad.

Internacionalmente, puede ser delito la difusión de información no cierta “que persiga el daño sobre la imagen o reputación de una persona o entidad”, es decir, cuando colisiona con los derechos de otras personas. En tales casos, “esta difusión puede suponer la comisión o bien delito de injurias, cuando intencionadamente se menoscaba la fama o reputación de otra persona, o bien de delito de calumnia, cuando se ha imputado a otra persona un delito, con conocimiento de su falsedad, y/o temerario desprecio hacia la verdad”.

En muchos países, en el caso de fake news con mensajes de alarma, las cuales implican situaciones de peligro para la sociedad o hacen necesario el auxilio y la activación de los servicios de emergencia; la afirmación falsa o la simulación podría ser constitutiva de delito de desórdenes públicos.

En fin, más allá del contexto general, la persona, el usuario debe tener en cuenta que su ignorancia y/o su mala intención, y/o su ansiedad por difundir entre sus contactos una novedad que puede ser falsa, lo puede meter en problemas y costarle muy caro. Es importante que sea inteligente e informarse bien, no ser el "tonto útil", y evitar hacer y hacerse daño.--


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Por Jorge S. King ©todos los derechos reservados.

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